Monday, December 04, 2006

Por Víctor Manuel Barceló R.
Finalmente arribó el día D en la política nacional. Negros presagios para ese 1º de Diciembre, no se cumplieron. ¿Negociaciones de última hora?. Puede ser, porque en la madrugada del día siguiente se reunieron los seis personajes, que coordinan bancadas de las tres primeras fuerzas en el Congreso –PAN, PRD y PRI, por orden de fuerza- presentes en programa televisivo, hablando de una posible agenda común para las tareas del Congreso de la Unión. Nada evitó que el nuevo presidente, protestara como tal, aún introduciéndose al legislativo “como por arte de magia”.
En paralelo, el Frente, con López Obrador encabezándolo, llevó a cabo una marcha, del zócalo del D. F. hacia Campo Marte y Auditorio Nacional, con miles de seguidores que coreaban consignas sociales. Ello aceleró los eventos oficiales. El escepticismo en lo gubernamental, se mezcla con señales de esperanza. El Presidente electo propuso 100 acciones, para sus primeros días al frente del Ejecutivo, en torno a cinco ejes: Respeto al Estado de Derecho y Seguridad Pública; Economía Competitiva, Generadora de Empleos; Igualdad de Oportunidades; Desarrollo Sustentable; Democracia Efectiva y Política Exterior Responsable. Una somera vista al punteo específico para cada tema, apenas si apunta algunos aspectos, muy vistos.
Con deseo de buenos resultados diríamos que abren la puerta a propuestas, cuyo surgimiento vendría del Congreso o de la sociedad organizada. En Economía competitiva y generadora de empleo –ejemplificando- se anota, primero mantener estabilidad económica, mediante Presupuesto de Egresos 2007, balanceado, que privilegie gasto de inversión y social, por encima del burocrático. Suena bien, pero es pobre. Lo fundamental -siendo importante la propuesta- será reducir los enormes gastos del FOBAPROA, rescate azucarero, bancario y otros por el estilo, junto a bajar sueldos y salarios a burócratas de alto rango y eliminar o reducirles canonjías. Probablemente en la discusión camaral, surjan esas y otras propuestas que, de aceptarse, serían pasos definitivos al ataque de la pobreza, dedicando esos recursos –junto a remanentes de la exportación petrolera- al desarrollo social e inversión productiva, iniciando por empresas de energía: PEMEX. CFE y Nuclear.
Pero estos son primeros criterios de gobierno. Falta escuchar a las Cámaras. Allí será necesario recuperar normalidad. No asustan golpes y empujones –los medios muestran congresos de naciones “poderosas y civilizadas” en que ocurre lo mismo y más-. Pero se requiere terminar la crispación, a través de la discusión de una agenda –con las ocho bancadas- que recupere confianza entre legisladores y de respuestas al pueblo, no a intereses transnacionales, con más privatizaciones. Al terminar con el Presupuesto para el año que viene, habrá de saberse que sigue. ¿Cómo mejorar la relación entre todos –diputados y senadores- y darle prioridad a preocupaciones por temas que el electorado –el que votó y el que se abstuvo- están esperando su atención?.
Seguridad pública, empleo firme y remunerativo, atención a la tercera edad y discapacitados, programas consensuados con pueblos indios –para solo mencionar algunos- serán razón, en su avance, para que se legitime socialmente el Congreso y el Ejecutivo sea respetado . Construir en los temas señalados, implicará realizar reformas al manejo y conformación del Congreso. Todos deben sentirse, personal y colectivamente, considerados y escuchados. Hay bancadas de escasa presencia física, pero su voz y voto son reales.
Cuatro décimas de ciudadanos, con su abstención en urnas y opinión expresada de mil formas, completan presencia y posturas de las fuerzas, que casi a tercios del voto emitido, recibieron apoyo a sus postulados. Solo así, escuchándonos, caminaremos en la ruta de la reconciliación nacional. Si seguimos “golpeándonos”, en medios -los que cuentan con recursos para hacerlo- o en la reacción y opinión social -los que mueven pueblos y comunidades- poco podremos esperar de seis años que se inauguran. La nación merece esfuerzo de todos, para lograr la reforma integral del Estado. Una que fortalezca o modifique sus instituciones, en busca de una economía sustentable y competitiva, generosa con el que más necesita. Que apuntale al desarrollo social, de urgente atención para sacar de la miseria a la mitad de los mexicanos.
Correo Electrónico: v_barcelo@hotmail.com